La moringa

Pasen y vean... Circo La Moringa!!!
Carpa de Teatro y Circo en Paraná

- Nota Revista Barriletes de marzo 2016 -

Y de pronto, en medio de rieles y vagones, se levantó la carpa de circo más soñada, la que trae en su ser la historia del teatro, el vigor fiero de Moreira, la estampa de Santos Vega, los payadores que criticaban la coyuntura política, don Pastor Luna o el gaucho de las trompadas, Pepino el 88, los hermanos Podestá, los Barrientos, los dramones donde la muerte y la vida se hacen realidad; el temblor del equilibrista que a su vez era actor y autor de las obras; cantores de milonga, la banda estruendosa de cornetines, bombos y platillos; el payaso y el clown, el de la cara enharinada, el traje que esconde otros trajes, y aquel tarambana al que no le sale la palabra exacta y pronuncia otra inesperada; el que guiña con los ojos pintados cuando el Tony tropieza en sus zapatones mal prendidos (Gonzalez Arrili -La Prensa- 1976) y las legendarias leyendas que llegaron al corazón de los pueblos. Allí está, enloquecida de verdes, amarillos y rojos, entre focos de colores, celebrando la maravilla de arder en aplausos, vibrar, descollar, ser alumbrada por la luna y el brillo de los actores, payasos, malabaristas, y artistas que la parieron. Circo La Moringa hoy es parte de un camino abierto hacia las entrañas mismas del sentir circense.

El fenómeno teatral argentino, que recorrió los siglos, está vivo gracias a sus artistas, a sus héroes anónimos y a sus creadores, negados o exaltados, tanto en lo interpretativo como en lo autoral. Acaso sea en los pueblos, los innumerables circos criollos que anduvieron los caminos. No obstante, aún a esta altura, cuando pareciera una especie extinguida, se hace necesario darle su real significado a la denominación de "circo criollo". Puede hablarse del circo en la Argentina, de sus orígenes más remotos, de la aceptación o no de los testimonios al respecto, pero de lo que no caben dudas es de que la característica del mismo radica en su esencia, lo que lo hace único y particular, lo que determina su "criolledad" (Franco Lily, 1982).

La vuelta del circo a Paraná surgió cuando el Instituto Nacional del Teatro convocó a presentar proyectos para la adquisición de carpas de circo, un subsidio nacional que permitió a Teatro del Bardo la construcción del espacio y la compra de equipamiento para pensar la arena escénica vinculada a la actividad teatral y circense.

¿Cómo fue esta experiencia de construir una carpa de circo?

Nos costó mucho – cuenta Gabriela Trevisani integrante de Teatro del Bardo una tarde en Radio Barriletes- Estuvimos casi dos años y medio esperando este momento. En todo este tiempo hemos ido y venido, pasando de un lonero a otro. El subsidio lo recibimos del Instituto Nacional del Teatro. No es tan fácil construir una carpa, decidimos que al haber recibido un subsidio nacional -teniendo la posibilidad de comprar la carpa Chile que hay muchos fabricantes- comprarla en nuestro país, está bueno que ese dinero llegue a gente que trabaje acá. Entonces sabíamos que se habían destinado similares proyectos – uno en Santa Fe y otro en Córdoba- fue así que nos conectamos con la gente de Córdoba quienes tenían más allanado el camino y le pedimos que nos pasen la data, pero esa asociación no funcionó: el lonero que contratamos nunca terminó la lona, nos dejó en pampa y la vía.
A raíz de esto – agrega - nos pusimos en contacto con el circo grande Varekay que estaba instalado en aquel tiempo en calle Alte. Brown y Blas Parera en Paraná, de ahí surgió una punta: el lonero que les hizo la carpa era de Rosario. Teníamos un conocido en Buenos Aires y él lo recomendó, por eso cambiamos el diseño de la carpa (que antes era ovalada y más compleja) la planeamos redonda, y en dos meses... ¡¡la hizo!!!. Después fuimos a buscar los fierros y la cúpula a Río Cuarto y Vialidad Provincial nos ayudó a trasladarlos hasta aquí hasta que definimos la fecha para montar la carpa. Hasta último momento no sabíamos si iba a resultar. Roque Niklison fue fundante, es un cirquero payaso, que se construyó su propia carpa de circo, le pedimos ayuda a él... fue un aprendizaje entre todos. Roque se vino todo un fin de semana, colaboró con nosotros y nos enseñó a montar la carpa...

¿Cómo se levanta semejante estructura?

Primero se colocan los mastros – explica Gaby estrenando un nuevo saber técnico- es una gran estructura de hierro que se ancla en el suelo, con cables de acero que se tensan desde cuatro puntos; conseguimos palieres con los cuales armamos las estacas; ahí se pone la cúpula que tiene forma de círculo de donde se prende toda la lona de alrededor, es lo que cierra la carpa, se sube la cúpula junto a toda la lona y se van poniendo los “cujes” y se va levantando de a poquito y todo a la vez.

Algunos de los integrantes del equipo que trabajaron en el armado de la estructura y la carpa son: Roque Niklison, “Chemma” Emmanuel Alassia; Nahuel Valiente; Rulo Pisani; Gabriela Trevisani; Juan Kohner; Nadia Grandón; Matías Main; Gisela Bianchetta; Andrés Main; Ele Bri y el Negro Biennegro ellos vivieron la experiencia de levantar la estructura por primera vez: “Fueron 48 horas de camiones, fierros, estructuras, bajada de luz, pesadas lonas, amoladora, soldadora, cables de acero, perros, catracas, cujes, sol, mucho sol, tartas de verdura, rotopercutor, agua, protector solar, masas, estacas, cintas métricas, tilfort, ferretería, panadería, enculebrados, fotos, generador, hombres, niños, niñas y mujeres, de circo, de teatro, de danza, cociendo lonas, cebando mate, clavando estacas en el cemento, cocinando, dando abrazos, trepando, barriendo, pensando, anudando, aflojando, midiendo, tensando, errando, sacando estacas del cemento para volver a ponerlas, acercando agua, haciendo mandados, besándose, izando la carpa, provocando el sueño.
LA MORINGA existe y es nuestra. En un nosotros indefinido e ilimitado, que la hace propia de la forma que son propias las cosas que no podés poseer y que nadie te puede quitar, como el deseo o la libertad.” emite la Asociación Civil Teatro del Bardo desde su página de facebook.

La cúpula – continúa Gaby al aire de Radio Barriletes- es el círculo que queda en lo alto de la carpa y de donde se prende toda la lona de alrededor, es lo que cierra la carpa, se ubica entre los dos mastros, se sube con toda la lona y se van poniendo los cujes todo alrededor del perímetro, se sube y se va levantando de a poquito con un sistema mecánico, y hay que ponerse de acuerdo para que suba parejo, todos con los cujes esperando. En los mastros está la fuerza principal, sostiene todo el peso de la carpa. El día sábado y domingo 28 y 29 de noviembre de 2015 fue que levantamos la carpa. Yo estaba con la cámara, de golpe teníamos la lona estirada en el piso y al rato se levantó, fue todo un día de trabajo. En un día pusimos los mastros y el estaqueado y al otro día recién la lona. La carpa está montada sobre el pasto, ahora recibimos la donación de un pedregullo para que no suba la humedad, arriba de esas piedras estamos haciendo un piso de madera -otra donación que recibimos- compramos palets, que viene a ser el piso del escenario. El subsidio contenía una gradería para 400 personas, que ya están colocadas.

La construcción de la carpa les llevó más de dos años, una experiencia de autogestión y esfuerzo constante, un proceso que nació desde el sueño de crear un espacio cultural, teatral, comunitario e independiente. Un desafío común al que las organizaciones sociales se entregan por entero poniendo el cuerpo, cabeza y alma, fuerza colectiva que hace maravillas.

En estos dos años y medio, había momentos en que sentíamos que ya no nos daban las fuerzas – comenta Gaby - pero después volvía la esperanza. Lo peor es que en ese período el dinero que nos otorgaron se devaluó un montón; todo lo que teníamos planeado comprar no fue posible. Pudimos adquirir una parte del equipamiento en el inicio, por ejemplo las gradas y algo más. Teníamos pensado también una planta de luces, pero solo pudimos acceder a lo básico, pero el haber invertido rápidamente nos ayudó a que pudiéramos concretar el proyecto. Nos tomamos el atrevimiento de utilizar la dirección del Centro Cultural Juan L. Ortiz, por eso es que nos ubicamos en Racedo 250 bis, ya que estamos ubicados en el mismo predio del Ferrocarril, al lado de Puerto Ciencia. Nos constituimos como Asociación Civil Teatro del Bardo.

¿Porqué La Moringa?
La Moringa es el nombre de la carpa por resultado de una convocatoria del concurso abierto “Tirate un nombre”. De esa selección elegimos 10 y el más votado fue La Moringa, que es un árbol que tiene muchísimas propiedades, es originario de la india, crece en cualquier lado, en zonas superáridas como las carpas de circo, que se pueden trasladar. La persona que propuso ese nombre nos dio material sobre el significado, fue el nombre más votado.

Teatro del Bardo: cultura y autogestión

Hace un par de años cumplimos los 15 años como Teatro del Bardo, muchos estamos desde los inicios, luego se fueron incorporando otros compañeros... Nosotros siempre vamos cambiando las temáticas, hacemos teatro y el circo criollo tiene que ver con los inicios del teatro. Hace unos años hicimos una puesta sobre circo criollo, eso nos llevó a ampliar el proyecto original y fue así que nos constituimos como Asociación Civil desde donde empezaron a sumarse proyectos, y dentro de ellos apareció este subsidio, se incorporaron otros grupos del ámbito cirquero que tienen más experiencia en el género pero que a la vez se sumaron al desafío de construir una carpa desde cero junto a nosotros.
Teatro del Bardo es una agrupación artística independiente, que trabaja en torno a cuatro ejes básicos: la construcción de espectáculos, la investigación teatral, la pedagogía y la construcción de circuitos alternativos de trabajo. Reside desde el 2000 en la ciudad de Paraná, suele organizar, entre otros eventos, el Festival de Otoño, el ciclo Arte de Contrabando y el Corredor Geográfico Cultural Mesopotámico. Nucleado en un principio en torno al cuestionamiento de las prácticas pedagógicas convencionales, el grupo fue consolidando su experiencia y su quehacer a partir del desarrollo de una intensa actividad autodidacta (orientada fundamentalmente a la formación de sus actores) (Fuente:http://teatrodelbardo.blogspot.com.ar)

¿Quiénes colaboraron en esta hazaña?
Desde el comienzo el “chemma”, el rulo, Nahuel Valiente que coordina un taller de circo, ellos están desde el principio porque con ellos armamos juntos el proyecto. Es un emprendimiento grande y los invitamos a ser parte de la asociación, actualmente son parte de la comisión directiva. Después cuando teníamos que armar la carpa necesitábamos 10 armadores, consiste en mucho trabajo de fuerza física, en la que hay que subir varias cosas a la vez. Estos chicos empezaron a convocar más gente, apareció Pay y otras compañeras que hacen circo. Hoy son un montón sumado a la gente que realiza todos los años el Festival de Circo en Paraná.
Tuvimos la gran suerte que apareció Sergio Fabri, quien colaboró en el diseño de luces. La carpa tiene que estar pensada para poder ser bajada en media hora por si algo sucede, eso tiene que estar preparado, el equipamiento de luz y sonido no puede estar obstruyendo lugares donde va la lona. Todo ello tiene una estrategia, en eso nos ayudó Sergio, tanto en las luces como el sonido, a lo que hay que sumar la colocación de los matafuegos y las salidas de emergencia, hay mucha gente de la organización pensando eso también. Yo soy la presidenta de la Asociación Civil Teatro del Bardo, Nahuel es el tesorero, solo es una cuestión legal, somos un grupo bastante tozudo y decidimos todo en forma colectiva, tratamos que hasta que no nos ponemos todos de acuerdo no se decide nada, eso nos cuesta, pero generalmente funciona bien. En mi caso, soy primero actriz y después todo lo otro.

La carpa La Moringa, se inauguró finalmente el día viernes 4 de diciembre de 2015 a las 21 horas a sala llena, con una Varieté Circense donde se presentaron varios números y payasos que iban ingresando uno tras otro a través de un presentador. Continuó la fiesta el sábado, domingo, lunes y martes con espectáculos de teatro y circo desde las 19. La inauguración la coronó el grupo musical Samba na esquina, el Trío Bolerístico Genial, Las Hermanitas Minardi, la Compañía Teastral, y dos puestas de Teatro del Bardo: El caballo y la Paz y Jacinto Rojo. De ahí en adelante La Moringa no dejó de abrir todos los fines de semana de enero y febrero, con una agenda diversa de propuestas teatrales, circenses, musicales, talleres y espacios de entrenamiento.

En principio pensamos que los espectáculos sean a partir de las siete de la tarde, a lo que se sumó el Festival de Circo. Después empezaron a llegar propuestas de gente que quiere hacer funciones, talleres de todo tipo de género y artes, hay un sector de programación que se ocupa de recibir proyectos. La idea es abrir todos los fines de semana, queremos ofrecer talleres para chicos y para grandes sobre todo de circo, que haya un espacio de entrenamiento para quienes quieran, para que el circo crezca en la ciudad.

Para que la carpa quede armada y se sostenga implica muchos costos y trabajo diario.

El mantenimiento – rol del “chemma” quien está a cargo de la parte técnica- es constante. Si amenaza lluvia o hay un viento fuerte, hay que estar alerta a la cúpula, el “chemma” es el que coordina y toma decisiones, es una especie de Jefe. La carpa es una estructura grande a la que hay que sumar el costo de un seguro, está todo pensado, incluso el ajuste de los tensores con criquets, tecnología que facilita mucho las cosas.

La comunidad también es parte del sostenimiento de la carpa. Al conocer la historia de La Moringa y su origen de autogestión y sustentabilidad, interpela a los espectadores a considerar el pago de la entrada a los espectáculos como el acompañamiento genuino de este espacio de cultura construido a pulmón.

Nosotros cobramos como toda sala que está subsidiada por el Instituto Nacional del teatro, nos quedamos con un porcentaje de cada función para poder cubrir los gastos de luz, demás servicios y costos de mantenimiento. Tuvimos la suerte de recibir un montón de donaciones: materiales técnicos, las mazas para golpear, muchas cosas pedimos prestadas, ahora tenemos nuestras propias herramientas. Vialidad de la Provincia trasladó las cosas, los caños y la lona desde Rosario, la Municipalidad de Paraná nos ayudó a organizar los baños, estamos muy agradecidos.

Cuando uno entra en territorio de la Moringa te reciben las sonrisas de sus artistas y laburantes, desde la gente de la boletería, los que acomodan y orientan al público, las y los teatreros en la cantina ofreciendo comidas sanas, cerveza artesanal, toda gente linda construyendo eso, un circo propio. Los artistas, por supuesto, mostrando su trabajo en el escenario, haciéndose cargo de una larga historia itinerante de Argentina. Y nosotros, los espectadores como ciudadanos presenciando esa explosión de color y alegría, agradecidos de hacer nuestro aporte e involucrarnos con la cuestión cultural de la ciudad. Desde el punto de vista visual y emotivo, es impactante venir caminando por Racedo y toparse con esta enorme carpa de colores que transforma el paisaje y cambia la ciudad. El árbol de la vida, La Moringa, bienvenida a estos pagos.



Comentarios