Resistencias e insistencias



Revista Barriletes: la lucha de puño y letra

Por Jorgelina Londero


—Cuando yo uso una palabra significa precisamente 
lo que yo decido que signifique: ni más ni menos.
—El problema es si se puede hacer que 
las palabras signifiquen tantas cosas diferentes.
—El problema es saber quién es el que manda. Eso es todo.* 


Esta revista de 200 ediciones tiene miles de historias escritas, más las que quedan entre quienes nos encontramos ante el desafío de hacer una diferencia porque vivimos con la convicción de que al patriarcado y al capitalismo no queremos mendigarle nada. Aquí dejo un amontonamiento de recuerdos, emociones y algo sobre la incansable pelea por tomar el poder de la palabra.




Arrimarme al fuego

“Veníte el sábado así ves cómo se arma la revista y conoces la gente de Barriletes” me dijo Maru Croveto, que colaboraba con Barriletes en ese momento hace ya más de diez años. Y así conocí la casa de Santos Domínguez, con el solcito de la tarde y la gurisada desbordando alegría por todos lados mientras les responsables de los talleres les corrían y motivaban.

En tanto, en el galpón, muchas personas doblaban los pliegues de la revista recién impresa, con la chochera de quienes no van a parar a la esquina de brazos cruzados sino que se van a la calle a convidar la dignidad de su quehacer.

Ese mismo día empecé a querer a Barriletes y a su gente. ¿Cómo no quererles? ¿Cómo no querer una fiesta de laburo compartido?

Desde ese momento me sumé a la toma de la palabra y para mí Barriletes se convirtió en un compromiso permanente. Mes a mes enviaba la sección que Juan Casís recibía para editar y diseñar con el equipo de la revista.

En ocasión de estas 200 ediciones, me concedí una recorrida por los textos que escribí, y descubrí que lejos de encontrar numerosas temáticas diferentes, cada escrito trae de la mano al anterior o al siguiente, como si solitos andarán por el mismo camino.

Y qué alegría encontrarme con esas aventuras de tantas palabras que hacen a las historias de personas y organizaciones.


Quien manda

En el año 2009 cuando hice la apostasía (renuncia pública al bautismo) escribí en “Resistencias e insistencias” sobre el movimiento de ateísmo y apostasía una nota con el título “No en mi nombre”, que es y seguirá siendo una de las más fuertes consignas que nos empoderan para enfrentar a la iglesia católica.

El texto llamó la atención del dueño de la imprenta en la que se hacía Barriletes y éste se comunicó con Juan Casís y aseguró que no imprimiría la revista con ese escrito.

Juan me llamó por teléfono y me contó lo que había pasado, ofrecí retirar la columna y mandar otro tema en reemplazo, pero ya había una postura tomada y no debía rehacer nada.

Nunca supe los pormenores de esa conversación ni tampoco cómo el equipo llegó a la decisión de sostener la nota, retirar la revista de esa imprenta, afrontar el costo y la demora que suponía parar las rotativas. Pero lo cierto es que así fue.

Consiguieron otra imprenta sin prejuicios en negrita y la revista salió un poco después a la calle. Entre tantas que escribí, esa no es la nota que más me gusta. Pero, es la nota que más valoro impresa, porque con ella se imprimió una línea editorial y político-afectiva: andamos juntes remontando una oportunidad.


En el aire somos

“Barriletes es una revista. Barriletes es un circo. Barriletes es una murga. Barriletes es muchos talleres. Barriletes ahora también es una radio” decía quien escribe en ocasión de grabar la primera artística. Así cumplíamos otro gran sueño: el de la radio comunitaria. Con la posibilidad de empezar a llenarla de voces, nos reunimos en noviembre del 2012: Vero Nardín, Juan Casís, Gonzalo Remedi, Fede Romero, Turco Bantar, Nazareno Casís y Joaco Pérez Campos en dos horas semanales que llamamos “Cada río dice algo”.

El programa cambió de horarios y de voces en los años que se mantuvo al aire, sin embargo, siempre fue de esos con agenda de nuestras luchas y entrevistas amigables.

Entre las tantas y tantas de la radio, hicimos “Las cosas como somos”, un informativo semanal de media hora que salía enlatado y juntaba información de todas aquellas agencias y páginas que sólo nosotres leíamos y que resultaban fundamentales para vincularnos por fuera de las imposiciones del sistema. Obviamente todos los contenidos de la revista se mezclaban para la radio y viceversa. Resultaba un batido bien combativo.

Un sábado al mediodía hicimos un programa especial para la Radio de las Madres. ¡Qué momento! Días enteros dedicados a la producción para que saliera todo lo que queríamos compartir y que saliera bien. Juan hacía el fuego mientras en el micrófono nos turnábamos para cumplir con la tarea y el vinito esperaba para el brindis. La siesta nos encontró festejando que revista y radio tenían un soporte único: nuestras ganas.

De estos recuerdos hay cientos: las reuniones, las comidas, los brindis, los abrazos, el festejo de los logros, el acompañamiento en la adversidad y entre tanto un solo acuerdo sólido: no mendigamos nada. La peleamos, la construimos, reclamamos, nos encontramos y así todo es un poco más posible que ayer.

Celebramos 200 ediciones de la revista y no aguanto la felicidad de escribir que Barriletes es tanto. Es una revista, es una asociación, una radio, una biblioteca, montón de talleres, es un territorio diferencial.

Y hasta donde sé, más de la mitad de la ciudad y yo somos parte de ese piolín que no se corta ni se pierde y mantiene Barriletes.




(*) Lewis Carroll (1871). Alicia a través del espejo. Fragmento del diálogo entre Alicia y Humpty-Dumpty.





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