Radio Comunitaria Barriletes

Nota de tapa (Agosto, 2018)

Esta radio no existe sin vos

Por Lautaro Maidana



Probemos buscar “radio barriletes” en Google o Youtube. Aparecen cientos, quizás miles, de vínculos a otras páginas con publicaciones, fotos, afiches, videos o audios que dejan ver muchos pormenores de este proyecto de comunicación. En la casa de Barriletes, además, encontramos una carpeta con más registros que no han sido compartidos digitalmente. En esta misma casa, todos los días van y vienen personas a hacer uso de la radio: a preparar un programa, a ensayar una poesía, a grabar un spot, a hablar por el micrófono, a comprobar el estado de esos micrófonos, a cebarle unos mates a los invitados que llegaron para compartir sus saberes, entre un gran etcétera. Y cuando no hay nadie en la casa, los equipos quedan programados para seguir transmitiendo por antena y streaming. ¿Cómo dar cuenta de la inmensidad de este proyecto?

         Las radios comunitarias se caracterizan por considerar a la comunicación como un derecho humano esencial. No son radios pequeñas, precarias o de baja potencia. Buscan, en cambio, otros objetivos: la participación colectiva en pos de interpretar los hechos y modificarlos, la valoración de los procesos por sobre las urgencias mediáticas, los modos de gestión y los sistemas tecnológicos acordes con sus consensos políticos e ideológicos.
En verdad, queda muy lindo exaltar el posicionamiento político de la 89.3: comunicación para la potenciación de los procesos comunitarios, vinculados a acontecimientos que devienen en transformaciones sociales, culturales, identitarias e históricas. Pero es asimismo necesario reconocer las marchas y contramarchas de estos procesos en relación a, por ejemplo, la sustentabilidad económica del proyecto, la modernización del equipamiento tecnológico, la formación de gestores, operadores, comunicadores, productores, la construcción de un lugar de trabajo plural, la resistencia a los embates legales, los siniestros, las discusiones…
        Con todo esto, me gustaría darles un paseo por la FM 89.3 Radio Comunitaria Barriletes. Para ello rescaté las palabras de compañeras (1) que la hacen andar hace más tiempo y con las ideas más claras que yo. Palabras de quienes diariamente ponen el cuerpo para que el espectro radiofónico de nuestra ciudad tenga, aunque no lo veamos, color a derecho y a libertad.




Preparar el terreno

En Barriletes solemos decir que la radio empieza en el 2010. “Primera transmisión: 29 de marzo de 2010” dice un cartel pegado adentro del estudio. Si bien esto es cierto, el terreno se había ido preparando de a poco con diferentes experiencias de comunicación comunitaria, de formación y articulación con otros proyectos comunicacionales.
“Río de voces” fue un proyecto que involucró a jóvenes familiares de los y las vendedoras de Revista Barriletes hacia el 2005. Se trató de un proceso colectivo de empoderamiento de juventudes en diferentes territorios, que enriqueció en su momento los contenidos de la Revista. En números de ese año vemos a Diego, Juan Pablo, Marcelo y Vero en los estudios de LT 14 transmitiendo los festejos del cuarto cumpleaños de Barriletes. En otra foto los adolescentes están conduciendo un evento. Y en otra un periodista sostiene un grabador mientras uno habla y el otro mira a la cámara que los sorprende. Entre las producciones de “Río de Voces” más tarde encontramos micros radiales, “Las voces del trabajo”, hechos en conjunto con la Agencia Radiofónica de Comunicación de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UNER.
Este es solo un ejemplo de las acciones barrileteras que mediante la comunicación se propusieron, y proponen, fortalecer la dimensión comunitaria de la sociedad. En este sentido, una de las prácticas concretas en comunicación comunitaria han sido las radios abiertas que, desde el 2008,  fueron atrapando el sueño de un nosotras-comunidad-radial.
Luego de unos años, a principios de 2010 se presentó una oportunidad bisagra para la concreción de una emisora propia: un taller de armado de transmisores propuesto por la Red Nacional de Medios Alternativos (RNMA). Gonzalo Cornaló participó de él en nombre de Barriletes junto a otros cien referentes de distintas organizaciones del país para construir equipos de transmisión propios. El humilde equipamiento con el que volvió el Gonza –sus ondas se extendían entre las 8 o 10 manzanas a la redonda– fue la llave de contacto que puso en marcha la máquina de recursos y personas que soñaron el proyecto de la radio comunitaria.
Hoy la radio ya lleva ocho años al aire en nuestra ciudad, con una programación propia y de micrófono abierto que reúne programas hechos tanto por Barriletes como por otros colectivos (sindicales, científicos, militantes, universitarios, etc.), por talleres de adultos mayores y adolescentes, por periodistas, ciudadanos, estudiantes, músicos, periodistas, hospitales e incluso programas enlatados de otras emisoras del país y de América Latina. Ocho años, asimismo, de subidas y bajadas: de afrontar robos, de reconstruir la antena que fue tirada por un tormentón, de mudarse, de armar y desarmar el estudio varias veces, de juntar peso por peso la plata necesaria para tener un transmisor de 500 watts, de pasarse días enteros llenando un formulario para entrar en un concurso de fomento, de vender publicidades y esperar que las paguen, de ponernos de acuerdo o no…
¿Quiénes están detrás de todo este vaivén? Conozcamos a algunas de ellas. No son todas, pero sé que a su modo dan cuenta del camino recorrido y los horizontes que se observan.


Operar y liberar

La operación técnica es lo que nos permite navegar la “zona de conflicto” del éter paranaense, salir al aire de manera atractiva y pertinente a cada situación. El operador técnico vendría a ser nuestro director de orquesta, y la consola, su batuta. Ellos construyen el concierto a partir de la combinación de todos los elementos del lenguaje radiofónico: voces, efectos, músicas y silencios. Joaquín Pérez Campos es, junto a Nazareno Casís, uno de los operadores de la 89.3. Llegó a Barriletes en 2011, participando desde el colectivo de Artistas Autoconvocados, y al poco tiempo empezó a foguearse en el lado técnico de la radio. "A mediados de 2011 empezó el Comando Radioactivo Universal, un programa muy experimental que hacíamos con Martín (Pérez Campos) y el Naza. Esa fue la primera vez que operé en Radio Barriletes, y mi primera experiencia de operación. Yo solo tenía conocimientos básicos de sonido, de consolas, cables y micrófonos. En ese entonces también reacomodamos el estudio de radio, lo desarmamos y lo volvimos a armar, antes de empezar este programa", nos cuenta Joaco.
La experiencia de la radio fue para él la de construir los espacios de trabajo que entonces los colectivos de artistas reclamaban y, asimismo, formarse como operador de radio. “Después de 3 o 4 años de rondar Barriletes, me ofrecieron pagarme unos honorarios a cambio de cumplir ciertas horas semanales para la operación y la edición. Lo agarré y hasta ahora sigo operando. Yo era bastante adolescente y no sabía bien qué iba a ser de mí en ese momento. Pero empecé a operar porque trabajar con el sonido me gustaba desde siempre. La radio fue una experiencia nueva pero muy cercana a lo que ya hacía. En ese entonces salió la oportunidad de estudiar operación de radio en Éter, con una beca, para después rendir el carnet habilitante. Ese era el fin, que yo estudie ahí y poder tener un operador con matrícula habilitante a nivel nacional”.
Las bondades democráticas de la radio no vienen solas, sino que necesitan de un debate franco y de decisiones que hagan de las tecnologías radiales un conocimiento compartido. Construir una radio en estos términos también llevó a sus hacedores a preguntarse con qué sistema transmitir de acuerdo a la filosofía del software libre. “En los comienzos usábamos Windows, cuando yo empecé. Después vimos que era coherente a la lógica de una radio comunitaria libre utilizar un sistema operativo que no sea privativo, que no haya que pagar ni piratearlo. Y en vistas de ser un poco más legal. Entonces nos pasamos a Linux, una distribución de Ubuntu, que en tanto software libre se construye constantemente entre una comunidad de programadores y usuarios. Tenemos el programa Radit para la sistematización de la radio, y el Audacity para la grabación”.
“En ese momento era todo en una sola computadora. Fue todo un trabajo de aprenderlo, de ir solucionando errores, que si no fuera por Diego Rucci, nuestro técnico informático, hasta ahora no podríamos haber safado porque ninguno de nosotros tenía estudios, ni de informática más avanzada ni de software libre en particular. Así fuimos aprendiendo y logramos que la radio funcione enteramente con software libre”.
Desde tomar la decisión de formar parte de una red mundial de tecnologías libres de la información y la comunicación, pasando por el armado del estudio, la conexión de los cables hasta el calibrado de los aparatos, Joaco nos da un pantallazo de todo el trabajo que hay atrás de las ondas emitidas desde Barriletes. “En ese mismo momento cuando migramos todo a software libre fue que reacomodamos un poco el estudio, cambiamos cables que estaban viejos en la sede de calle Santos Domínguez. Pero ya sabíamos que se nos estaba acabando el tiempo en ese lugar, que nos teníamos que mudar. Y en 2014 pasó lo del robo, que entraron a la radio y se llevaron la consola de sonido y partes de la computadora. No se pudieron robar un micrófono que todavía está acá. Intentaron llevarse un par de cosas más y arrancaron unos cables. Pero bueno, que nos hayan sacado la consola ya nos sacó del aire”.
La radio se pudo recomponer con la solidaridad de mucha gente y la gestión de Barriletes. Al año siguiente la mudanza a calle Courreges 189 implicó desarmar, acarrear y rearmar toda la organización. “La mudanza fue bastante grande –recuerda Joaco–. Todo un día de movilización y después semanas de instalación. Desde dividir esta pieza para el estudio con Durlock hasta poner la alfombra, instalar el transmisor. Ahí nos ayudó Gabriel Benavidez, que es el técnico del transmisor y la antena. El transmisor ecualiza la señal y le da cierto color. Eso lo acomodó él; son partes internas del transmisor que escapan a nuestro conocimiento. Y después con Francisco Maidana, el antenista, que desmontó la antena y la volvió a montar. Cuando nos instalamos acá, pudimos comprar una consola de radio propiamente. También juntando fondos con actividades artísticas y recitales, más los fondos que genera Barriletes”.




Producir con marca Barriletes

Son tres los programas que llevan completamente la firma Barriletes: Tardecitas en el barrio, Me lo contó un barrilete y Barrio adentro. Para conocer un poco más la historia de ellos, sus vericuetos y objetivos, les pedí a Alicia Cidín y Pamela Schaab Pfeiffer un poquito de su tiempo para conversar y pensar juntas qué implica producir contenidos orientados a lo comunitario.
Me lo contó un barrilete estuvo desde los inicios de la radio comunitaria, amasado primeramente por Juan y Paula Casís, con la idea de tener un espacio institucional para contar qué hacemos con nuestras propias voces. Al poco tiempo, Alicia Cidin tomó la posta y continuó dándole cuerda: “Cuando comenzamos con la radio había chicos que iban a los talleres, e iban haciendo programas. Y un día agarro el micrófono yo, así como jugando y resultó ser una linda experiencia. Entonces Juan me dice ¿no te animás a seguir el Me lo contó un barrilete? Y ahí empecé a hacerlo leyendo las notas de la revista, compartiendo las cosas que iban pasando. Me acuerdo que eso fue re tímidamente. Yo te hablaba toda suavecita, con temor. Ahora he tenido un avance importante, y todavía me falta mucho por aprender. Pero eso fue una experiencia fantástica”.
“Es todo un desafío, porque yo busco las entrevistas, la música… Hago mi propia producción, que lleva bastante tiempo. Después empecé a sumar a otra gente. Entre ellas me acuerdo de Ailén Gamarra, que compartió conmigo leyendo poesía. Siempre trataba de invitar a alguien que me ayudara a transitar ese momento”. Hoy en día, Me lo contó un barrilete se ha establecido como el programa institucional donde compartimos y acompañamos la construcción de todo lo que sucede en torno a nuestra Asociación.
Por su parte, Barrio adentro surge a partir de que la radio ganara un Fondo de Fomento Concursable de Comunicación Audiovisual (FOMECA), una herramienta otorgada por el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) que permite redistribuir los recursos que provienen de los medios de comunicación audiovisual (gravámenes y multas) para fomentar los medios comunitarios, de frontera y de pueblos originarios. Las diferentes líneas del FOMECA buscan acompañar a este tipo de medios en sus procesos de gestión, de actualización tecnológica y de generación de contenidos propios.
“De ahí nace Barrio adentro –precisa Pamela–, con la idea de que la radio necesitaba presencia en el éter durante la mañana con un informativo. Con una agenda mediática y pública que tenga que ver con los barrios de nuestra ciudad. Se nos ocurrió articular con las vecinales, con organizaciones sociales, agrupaciones, movimientos, sindicatos, artistas locales, clubes, instituciones estatales… Teniendo en cuenta que cada uno de estos espacios cuenta con sus propias idiosincrasias y que en cada uno de ellos circula gran cantidad de información que muchas veces no llega con el tratamiento adecuado a otros medios de Paraná”.
Los primeros programas se emitían solamente los días viernes. Y se incrementaron mes a mes la cantidad de emisiones hasta que se logró que fueran cinco días a la semana. “Fue un sueño cumplido, porque habíamos arrancado con la idea de un informativo diario. Fue también mucha experimentación, tanto en la estructura, es decir qué agenda armábamos, como en la identidad artística del programa. Así que se hizo aprendiendo sobre la marcha”.
Barrio adentro hace hincapié en responder a las demandas informativas sociales. En hablar de nuestras problemáticas y proyectos, de cómo la gente en los barrios se organiza para responder a problemáticas concretas y salir adelante. Es necesario, plantea Pame, “construir los discursos de la solidaridad barrial, dar cuenta tanto de los conflictos como también destacar esos encuentros que se dan en los territorios, que nacen de la organización de los propios vecinos y que por lo general quedan afuera de la agenda mediática”.


La radio comunitaria se construye ahí donde se traman lazos sociales para potenciarlos con alegría. Esto no se da solamente por el trabajo de la radio en sí misma, sino por el empoderamiento que poco a poco van tomando las audiencias. “Una vez que damos a conocer el proyecto y establecimos el contacto, ya nos tienen después en cuenta para difundir, nos envían gacetillas, nos piden nota. Saben que los micrófonos de la radio están prendidos siempre y a disposición para comunicar lo que necesiten. Además el hecho de tener hace poco tiempo un móvil de exteriores nos ayuda mucho a estar en los barrios, a hacer pie ahí, en la calle, a que la gente pueda expresar lo que piensa sobre un hecho, su opinión, su contento o descontento sobre algo que está pasando. Que no seamos nosotros los que hablemos por ellos sino que ellos puedan ejercer ese derecho a comunicarse. Creemos que las audiencias deben intervenir más, no solamente quedarse en ese rol de escuchas sino de ser audiencias radioparticipantes”.
“En general, todos los que somos parte del equipo de Barrio Adentro vamos por la ciudad con los oídos bien atentos a los otros y las otras, para incorporar esas preocupaciones, proyectos, deseos e intereses de ese otro en mensajes. Y de alguna manera para que ese otro pueda convertirse en un productor de mensajes también. La invitación a acercarse está hecha. De ninguna manera queremos un producto que llegue a las audiencias generado solo por nosotros, es una construcción que se hace en conjunto. Eso es el hacer comunitario”.


Aire libre en Paraná… 

De cara al futuro, ¿tenemos, como colectivo de radio, horizontes claros y posibles de alcanzar? Releo una y otra vez lo producido y encuentro algunas insistencias, tales como recuperar los procesos, interrogarnos por la comunidad, vigilar cierta coherencia entre lo que pensamos y lo que hacemos deliberadamente.
        Hay otros aspectos de los que me hubiera gustado dar cuenta pero no alcancé. Por ejemplo, los relacionados a la sustentabilidad económica del proyecto. O la cuerda floja legal administrativa sobre la que nos vemos obligadas a caminar. Radio Barriletes fue empadronada con el número 126 y legitimado por la entonces Autoridad de Aplicación de la LSCA –actual ENACOM– (Resolución N° 1478 AFSCA/2014 y ratificada por la Resolución N° 1102 AFSCA/2015). Sin embargo, esto no es lo que nos corresponde. En varias ocasiones hemos peticionado ante los organismos estatales el ordenamiento del espectro radioelectrónico en Paraná y la apertura de concursos con el objetivo de acceder a una frecuencia de radio con todas las de la ley.
      Sin dudas seguimos teniendo razones por las cuales seguir saliendo al aire. Con lo comunitario más como pregunta que como respuesta. Con el deseo de amplificarnos de boca en boca, de acompañar las luchas y torcer lo que creemos inmutable.


Redes comunitarias

El Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCO) es la organización que desde 1998 agrupa a las radios populares y comunitarias de la Argentina. Cuenta con 91 asociadas en todo el país. Radio Barriletes integra esta organización desde la asamblea del año 2016, para lo cual contó en su momento con el aval de las radios FM 91.3 Aire libre, de Rosario, y de FM 100.9 Chalet, de Santa fe.
Al respecto, el coordinador de la emisora barriletera, Pablo Russo, dice: “Para nosotros fue una decisión política y estratégica fundamental la de respaldar nuestro trabajo en una red a nivel nacional. De poder entrar en discusiones con radios de todas las geografías de nuestro país, con la diversidad que implica pertenecer a ese foro. Porque hay radios que están en una villa en la Capital Federal o en una comunidad boliviana de La Plata, o radios campesinas en el medio del campo en Santiago del Estero, o en la ladera de un cerro en Jujuy. Cada una con sus propias particularidades va constituyendo el foro. Entonces es interesante poder participar para comparar lo que va sucediendo con otras realidades, en un marco de absoluto respeto y diversidad”.
Este foro realiza asambleas anuales donde se intercambian muchas experiencias, en plenarios y en comisiones temáticas que luego se ponen en común. “Se discute de todo: desde cómo pelear frente al gobierno nacional, a las políticas de comunicación, la defensa de la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA), de los softwares que se usan, de cómo se reparten el trabajo en cada espacio, sin que se tome a un modelo como verdad y a otro no. Y de esos debates salen los mandatos que tendrá que llevar adelante la mesa de conducción de Farco durante el siguiente año como plan de lucha. Las asambleas también son un momento en el que se estrechan vínculos con otras organizaciones de la sociedad en general, con sindicatos y gremios, comunidades y colectivos de diversas índoles”, explica Pablo.
Hasta el momento somos la única radio de Entre Ríos que forma parte. Eso también nos ha potenciado a nivel local, ya que, al ser asimismo integrantes del Noticiero Farco, hace que lo que aportamos desde nuestra perspectiva se escuche en el informativo que sale en las casi 100 radios comunitarias de todo el país.


Una proyección zonal

Este año, un puñado de radios de la provincia conformamos la Red Entrerriana de Radios Comunitarias (RERCO). Su objetivo no es replicar la red Farco a nivel provincial, sino agrupar a las radios colectivas de la provincia para trabajar nuestras problemáticas en conjunto y potenciarnos. Por ejemplo, pensando una red informativa que se nutra de nuestras visiones como medios al servicio de la sociedad, y sin mediar con las grandes empresas de comunicación, muchas de ellas porteñas. En general estas radios están asociados a otros tipos de proyectos, como pueden ser bibliotecas, centros culturales, u organizaciones sociales y políticas. Son pocos los casos de radios que son únicamente radio, pero también las hay.
Por otro lado, interactuar entre nosotras nos lleva a pensar nuestras situaciones que en muchos casos son de precariedad institucional y legal frente al Estado nacional, lo cual es un signo de debilidad. Muchas de estas radios se construyen a partir de la LSCA que obliga a que el 33% del espectro radioeléctrico sea destinado a los medios sin fines de lucro. Entonces estas radios nuevas que surgen en las localidades por sus propias necesidades y la ampliación de derechos, también salen al aire en un contexto difícil de sostener desde lo económico y lo político. Así, avanzar en una red implica apoyarnos dentro de nuestro territorio común para fortalecernos en el conocimiento legal y económico.







Nota
(1) En esta nota, para hablar de las personas uso a veces el masculino y el femenino plural (los y las), otras el masculino plural (los) o el femenino plural (las). Deseo que nos animemos a pensar que los géneros gramaticales usados designan a una diversidad de personas que se identifican, a lo mejor, como mujeres, varones o de otra forma. De todos modos, me atrevo a generalizar usando géneros femeninos: una manera de incomodar, de mantenernos despiertas y escépticas con respecto a la imposición de géneros y el privilegio de lo masculino. ¿Ustedes qué géneros habrían impuesto en su escritura?


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